El sistema electoral en la II República

El sistema electoral en la República


Con la llegada de la II República en abril de 1931, se hacía necesario modificar la Ley electoral de 1907 (o Ley La Cierva) ya que se consideraba que favorecía el caciquismo, la compra de votos y "todas las corruptelas conocidas". Así, por el decreto del 8 de mayo de 1931, se modificaba la Ley Electoral introduciendo un serie de modificaciones:

1) Se reduce la edad para ser electores y elegibles de 25 a 23 años.
2) Se otorga la condición de elegibles a las mujeres y a los sacerdotes.
3) Se cambia el sistema de elección de distritos a circunscripciones. Se asigna un diputado por cada 50.000 habitantes y uno adicional para la fracción superior de 30.000 habitantes. Las circunscripciones quedan limitadas a las provincias, con excepción de Madrid y Barcelona que tendrán circunscripción propia y el resto de la provincia otra. Ceuta y Melilla solo eligirían un Diputado cada una.
4) De los Diputados posibles por cada circunscripción, los votantes sólo podían marcar un número menor.
5) Para que un Diputado fuera nombrado, además de tener el mayor número de votos, debía superar el 20% de los votos emitidos, en caso contrario se declararía nula la elección y se realizaría una segunda vuelta el domingo siguiente.
6) Se suprime el informe del Tribunal Supremo para casos de protestas y reclamaciones, recayendo la responsabilidad en la Asamblea Constituyente, por razones de mayor rapidez.


Este decreto tuvo unas pequeñas modificaciones por la Ley Electoral de 27 de julio de 1933. En cuanto a la elección de Diputados a las Constituyentes las modificaciones son:

1) Se constituye como circunscripción propia los municipios de más de 150.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza, Bilbao y Murcia).
2) Para el nombramiento de los Diputados, al menos uno de la candidatura debía superar el 40% de los votos y el resto el 20% que estaba establecido. En caso de no cumplirse esta condición, se celebraría una segunda vuelta dos domingos después, con los puestos vacantes entre aquellos candidatos que hubieran superado un 8% de los votos.

Con estas medidas se mejoraba la Ley de 1907, pero aún quedaban imperfecciones. 

Principalmente destacar la importancia de la obligación de obtener cada candidato un 20% de los votos hacía necesario que los partidos se unieran en coaliciones para atraer un mayor número de votantes, ya que la votación se hacía por listas abiertas y un partido que presentara pocos candidatos tenía casi asegurado el fracaso.

De esta forma se presentaban tres opciones a los partidos para presentarse a las elecciones:
1) Presentar un número de candidatos igual al número de votos que podía dar cada votante. (Cupo de mayorías)
2) Presentar un número de candidatos correspondiente a la diferencia entre número de diputados y número de votos posibles en la circunscripción. (Cupo de minorías)
3) Presentar un número de candidatos igual al número total de diputados posibles. (Copo). Solo posible en provincias donde la coalición tenía una superioridad muy destacable.


Igualmente la eliminación de dictámen del Tribunal Supremo dejaba en manos de los vencedores la aceptación de las reclamaciones a las actas del escrutinio.

También hay que destacar que se propiciaban grandes cambios en la composición del Parlamento, ya que si la coalición o partido no era suficientemente sólidos, podía pasar de los cupos de mayorías a los de minorías.

La entrada en las coaliciones de pequeños partidos de ideas más radicales que atraían a sus votantes a apoyar una coalición en la que después obtenían un gran poder de negociación. Ésta era la única opción que disponían los partidos pequeños para conseguir su supervivencia.



Aunque actualmente se trate de dar números absolutos en los apoyos a cada partido o coalición, es prácticamente imposible calcular esos números, ya que no en todas las circunscripciones estaban compuestas igual las coaliciones, por lo que resulta imposible cuantificar los apoyos que tenía cada partido.

Próximamente veremos los resultados de las distintas elecciones en Salamanca.

Fotos: Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, El Adelanto de Salamanca 1931-1936


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