La presencia alemana en Salamanca durante la Guerra Civil

La presencia alemana en Salamanca durante la Guerra Civil


La participación extranjera en la Guerra Civil se vio dificultada con el Pacto de No Intervención; los líderes mundiales no querían que en España comenzara una Segunda Gran Guerra como la de 1914. No obstante, hubo diversos países que dieron su apoyo económico, material, humano o de retaguardia a ambos bandos contendientes.
En el caso de hoy nos centraremos en la ayuda alemana y su presencia en Salamanca.


Los inicios

En otoño de 1936, con la creación del Mando Único y su concesión en la figura del General Franco, el Cuartel General se trasladó a Salamanca. El motivo de recaer aquí, fue su ubicación próxima al frente de Madrid y en un punto de retaguardia fiel al alzamiento desde el principio.

Al instalarse el Cuartel General, del ya en ese momento Jefe del Estado Nacional, se trasladaron a Salamanca oficinas ministeriales, organizaciones y otras instituciones, entre las que se encontraban las embajadas afines al gobierno sublevado.

Así, en Salamanca se instalaron las embajadas de Italia y Alemania en la antigua Facultad de Medicina, en la Hospedería del Colegio Fonseca. Al instalarse sendas embajadas, también se trasladaron a la ciudad los Cuarteles Generales de los ejércitos expedicionarios enviados a España.


Las primeras visitas alemanas a Salamanca

De los primeros datos que queda trascendencia, previos a la intervención directa alemana en España, fue la visita del Almirante Whilem Canaris Al General Franco en Salamanca.

Según esos datos, el Almirante, Jefe del Abwehr (servicio secreto alemán), se reunió con Franco en su Cuartel General de Salamanca para tratar los detalles de la intervención alemana en la guerra.


Canaris viajó hasta Salamanca para reunirse con Franco a finales de octubre de 1936, con un pasaporte argentino falso bajo el nombre de Guillermo. En la reunión con Franco, a la que vino tras la solicitud de éste de ayuda alemana, le ofreció la creación de un ejército expedicionario aéreo independiente, que estuviera bajo mando alemán permanentemente.

Los embajadores alemanes


En cuanto a los jefes de la diplomacia alemana en España, se pueden diferenciar dos periodos: el de Wilhelm Faupel y el de Eberhard von Stohrer.

De los actos de entrega de cartas credenciales de ambos, han quedado diversas fotografías para la Historia, como la de Faupel saludando desde el balcón del Ayuntamiento, mientras las tropas en parada en la Plaza exhibían banderas de España y Alemania.

Vamos a tratar a cada uno por separado sin entrar en demasiados detalles de sus carreras o sus vidas, pues próximamente dedicaremos una entrada a cada uno, como protagonistas de la Guerra Civil en Salamanca.


Wilhelm Faupel


Wilhelm Faupel era el director del Instituto Iberoamericano de Berlín desde 1934, ya que, al haber sido consejero militar en varios países de Sudamérica tras la Primera Guerra Mundial tenía conocimientos de español, todo ello le hacía la persona idónea para ir a España en representación de la Alemania de Hitler, por lo que fue nombrado el Encargado de Negocios de Alemania en España.

Su llegada a España fue en noviembre de 1936, pero no ocupó el cargo de Embajador hasta febrero de 1937, aunque ya actuaba como tal desde el principio.

Faupel era un reconocido General que había participado en la Primera Guerra Mundial y había recibido la Orden Pour le Merite. Sus conocimientos militares hacían que no viera con buenos ojos al General Franco, al que no veía capacitado para el puesto que ocupaba, esto, añadido a su apoyo a Manuel Hedilla y al estar en contra de la unión de la Falange y los Tradicionalistas, hicieron que el propio Franco enviara sus quejas a Hitler para que lo sustituyera. Lo que ocurrió el 18 de septiembre de 1937, que fue sustituido por Von Stohrer.


Eberhard von Stohrer


Eberhard von Stohrer a diferencia de Faupel, era diplomático de carrera y no militar.

Al comienzo de la guerra se encontraba en Madrid propuesto para el cargo de Embajador, pero el alzamiento impidió que entregara sus cartas credenciales. Se mantuvo en España hasta que ocurrió el cese de Faupel y ocupó el cargo desde el 23 de septiembre de 1937.

Von Stohrer era mucho más moderado que Faupel y menos radicalizado con las ideas del nazismo, lo que no le hacía contar con la completa simpatía de Hitler y otros altos líderes alemanes.

Uno de los detalles importantes y, que le diferenciaron por completo de la forma de actuar de Faupel, es que en sus escritos a Berlín, indicaba que Alemania no debía meterse demasiado en los asuntos internos de España.

En el año 1939 firmó los acuerdos para el Convenio Cultural Hispano-Alemán, que promovía intercambios de jóvenes entre los dos países, otra de las formas de propaganda alemanas para extender su doctrina.

Finalizada la guerra cabe destacar su importante papel en la organización de la entrevista en Hendaya entre Franco y Hitler, pero esa historia queda para otro día.

El 16 de diciembre de 1942 fue cesado de su cargo por su diplomacia moderada, muy mal vista desde el radicalismo alemán de aquellas fechas. Con su cese terminó la cooperación entre los dos países.



Sin entrar en más detalles ni extenderme demasiado más, cerramos aquí esta primera entrega de la presencia alemana en Salamanca (aunque podría considerarse la segunda, tras la de las empresas alemanas).
Próximamente hablaremos de los lugares que ocuparon en la ciudad los alemanes durante su estancia.


Fotografías:
Funeral de un oficial alemán en Salamanca 1936 (BNE.es)
Wilhelm Canaris
Entrega de cartas credenciales de Faupel 1937 (rtve.es)
Wilhelm Faupel (Fototeca EFE)
Von Stohrer (BNE.es)



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