Las empresas alemanas en España

Las empresas alemanas en España

En España se crearon dos amplios grupos empresariales que se dedicaban a llevarse todos los productos que necesitaba Alemania.


Los inicios de la ayuda extranjera en la Guerra Civil Española

En 1936 con el inicio de la guerra y la declaración de no intervención de las potencias extranjeras, se agudizó el ingenio de los países que apoyaban a uno y otro bando para conseguir enviar su ayuda (y cobrar por ello, obviamente).

En el caso de hoy vamos a hablar de la parte que nos afecta: la ayuda alemana.

De la no intervención a la ayuda secreta

Como vemos, las potencias extranjeras ayudaron a los dos bandos beligerantes con material, alimentos, armas o personal a lo largo de la guerra. Durante los primeros momentos la comunidad internacional no quería que se involucran potencias extranjeras en un conflicto civil, por lo que, primero extraoficialmente y después con el pacto de No intervención, se decidió no posicionarse.

Cómo era la época de los regímenes totalitarios, ambos bloques decidieron apoyar al bando español que más les representaba, con el fin de buscar un aliado que les garantizara la puerta del Mediterráneo y así Alemania e Italia apoyaron al bando sublevado y  Rusia y Francia al republicano.

Aunque en España siempre nos hayamos creído que vamos por delante, en este caso el "amigo de camino" no hacía nada de forma altruista y obviamente quisieron cobrar.

Es harto conocida la historia del Oro de Moscú: con la excusa de protegerlo de los facciosos se envían las reservas de oro del Banco de España a Rusia y Francia, pero realmente no es para protegerlo, es para pagar la ayuda que nos habían enviado.

De la misma manera pasó con los sublevados, sus socios también querían cobrar, pero el gobierno de Burgos tenía un serio problema: los grandes bancos habían quedado en el lado contrario y no se disponía de dinero efectivo, metales preciosos o joyas para pagar.

Alemania tomó una decisión rápida y fácil, a la par de muy útil para sus intereses. Se encontraban en los años del crecimiento urbano, social y bélico, tras los bloqueos del tratado de Versalles y, por qué no decirlo, porque se saltaron todas las sanciones que les habían impuesto. Resumiendo, necesitaban de todo para su Economía de Guerra.

Así los teutones tomaron la decisión de cobrarse su ayuda en minerales, productos agroalimentarios, lanas y pieles.

Pero ¿cómo ocultar el apoyo si estamos en un momento de No intervención?


Se crearon en España dos amplios grupos empresariales que se dedicaban a llevarse todos los productos que necesitaba Alemania.

Así llegamos a dos nombres propios importantes: HISMA y ROWAK, que vamos a explicar sin entrar en muchos detalles.

HISMA, traducido al español, es la Compañía de Transportes Hispano Marroquí. Esta empresa controlaba los vehículos de transporte que se utilizaban para llevar los productos a Alemania. La empresa tenía sede en España y sus "propietarios" vivían aquí también, pero realmente eran militares o funcionarios alemanes a los que se ponía a cargo de una empresa tapadera del gobierno alemán.

ROWAK, Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, fue creada por el propio Hermann Göring. Esta empresa se encargaba de un holding de empresas mineras, industriales, textiles, agrícolas y mercantiles. De igual forma que la HISMA, los empresarios lo eran solo sobre le papel y la propiedad final recaía en el gobierno del Tercer Reich.

En 1939 estos dos grupos se unieron en uno llamado SOFINDUS (Sociedad Financiera Industrial), con la misma fórmula que se había estado usando y que funcionó hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

El papel de Salamanca en las empresas alemanas


Desde 1936, en que Salamanca se convirtió en una de las capitales del "alzamiento" en la retaguardia, las potencias extranjeras leales a los sublevados enviaron sus legaciones diplomáticas, servicios de espionaje y empresarios a la ciudad para posicionarse ante el nuevo gobierno.

Dejando de un lado el grueso de las acciones realizadas y centrándonos solo en el tema que nos ocupa hoy, vamos a ver las tres empresas principales que se afincaron en Salamanca y cuya labor era producir para el gobierno alemán.

Estas tres empresas, como señalaba el artículo titulado "Los misterios de la ROWAK, la penetración económica alemana en España" publicado en 1946, eran la Compañía General de Lanas, la Sociedad Exportadora de Pieles y Transportes Marión. A estas tres empresas hay que añadir la minas que controlaban a través de la sociedad Minerales de España, con sede en Bilbao.

Al igual que el resto de empresas del grupo, el control era totalmente alemán y obedecían a los intereses de su gobierno.

Las fábricas textiles y peleteras salmantinas, en las que trabajaban obreros españoles, no tenían el cocimiento de la realidad de aquellos clientes extranjeros a los que enviaban su producción. Funcionaban como un cliente más de la empresa.

En cuanto a Transportes Marión, al ser la empresa de mayor movimiento de todas, hay que señalar que utilizaban sus camiones para llevar las materias primas a Alemania y volvían cargados para "aprovisionar de mercancías de primera importancia las regiones de la España Nacional ocupadas por el Ejército de Franco".

Para terminar y como anécdota histórica


En los almacenes de la tenería de don Gregorio Diego Curto, que se situaba en las faldas de la Peña Celestina en el cruce del Paseo del Desengaño y la Vaguada de la Palma, era el lugar donde los camiones de "La Marión" dejaban la carga que traían de Alemania para aprovisionar a la Legión Cóndor, cuyo Cuartel General, mandado por Wolfram von Richtofen, se encontraba también en Salamanca, pero esa historia la dejaremos para otro día.

Foto 1: Döberitz (Alemania) campamento de entrenamiento de la Legión Cóndor; Bundesarchiv, 183-E070DD
Foto 2: Recorte de prensa de Unidad y Lucha, Toulousse, 6 de enero de 1946.
Foto 3: Membrete en el exterior de un sobre de la empresa Transportes Marión.
Foto 4: Tenería de la Vaguada de la Palma, foto Amalio Gombau, fuente Salamanca en el ayer


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