La Sede de la Falange en Salamanca
Varias fueron las sedes ocupadas por el partido creado por
José Antonio Primo de Rivera. Hoy nos centraremos en la ocupada en el momento
de la reunificación.
Antecedentes de la Falange en Salamanca
En 1936, al trasladarse a Salamanca el
Cuartel General de Franco, también lo hicieron los ministerios,
organizaciones y embajadas. Como no podía ser de otra forma, lo mismo ocurrió
con los partidos políticos.
La Falange había sido un partido minoritario, con unos pocos
de miles de afiliados en Salamanca antes del 18 de julio, pero, tras el
alzamiento, aumentó el número seguidores por diversas razones: unos dicen que
por convicción, otros que como voluntad patriótica, otros para evitar ser
tachados de "rojos", otros simplemente para tener acceso a las armas
y cobrar venganzas... sea como sea, el numero de afiliados aumentó
exponencialmente.
Previamente al alzamiento y la guerra, esa Falange de Primo
de Rivera había estado ubicada en el caserón de la calle Consuelo, pero pronto
se quedaría pequeña tanto por el crecimiento del partido como por la llegada de
la delegación nacional del partido.
Foto: Guzmán Gombau
La casa de Juan Cobaleda en la Plaza de Santa Eulalia
Don Juan Cobaleda, ganadero importante de la ciudad, cedió
algunas habitaciones de su casa en la Plaza de Santa Eulalia para
alojar a miembros relevantes de la Falange y establecer oficinas. Desde finales
de 1936 los cargos relevantes del partido y otros personajes importantes
vinculados a éste, fueron llegando a Salamanca, cada vez en mayor número.
Cuentan los que vivieron esas fechas que cada vez había más
departamentos diferentes dentro del partido y con ello, cada vez más personas
en la "sede", por lo que fueron ocupando más partes de la casa, hasta
hacer que la propia familia Cobaleda tuviera que ceder la totalidad de la
vivienda y marcharse a vivir al campo.
Esta casa tiene bastante relevancia en los sucesos de abril
de 1937, entre las dos facciones de la Falange encabezadas por Sancho
Dávila y Agustín Aznar por un lado y Manuel
Hedilla por el otro, pero eso ya lo veremos otro día.
Comentarios
Publicar un comentario