Los bombardeos sobre Salamanca en la Guerra Civil

 Los bombardeos sobre Salamanca

Desde el comienzo de la guerra civil, la provincia de Salamanca sufrió 18 bombardeos republicanos, siete de ellos sobre la capital.
Fuente WO2

Los primeros bombardeos

Hasta octubre de 1936 no sucedieron los primeros bombardeos en Salamanca. El primero de ellos fue cometido el día 30 de dicho mes, mediante tres aviones y el objetivo fue el aeródromo de San Fernando. Las consecuencias de dicho bombardeo fueron daños sobre los aviones Junkers JU-52 que se encontraban allí aparcados.

Fuente BNE

De nuevo el 1 de noviembre el objetivo fue un aeródromo, en este caso el de Matacán, sin daños relevantes. Desgraciadamente el siguiente, el 16 de noviembre, fue sobre la ciudad. Los objetivos sobre el que se descargaron las bombas fueron la estación de tren, el puente de la Salud, la estación de Tejares y el Palacio de Anaya, esta última no llegó a explotar. Además de los daños materiales, se notificaron 4 heridos.

El día 30 de noviembre, dos escuadrillas compuestas por 4 y 6 aviones, vuelven a bombardear en la provincia. En esta ocasión lo realizan sobre los aeródromos de San Fernando y Arauzo y nuevamente en la estación de tren de Salamanca. Según los datos, en este bombardeo ocurre la primera víctima mortal, además de varios heridos. Cabe destacar que en este ataque en que los partes de guerra hablan del aeródromo de San Fernando, la realidad es que las bombas se dirigieron a las casas de la finca Linejo, unos kilómetros más al sur de dicho aeródromo y de las viviendas de la finca de San Fernando, donde, en distintos periodos, se alojaron personalidades relacionadas con el mando militar como el general Kindelán o la mujer e hija del general Franco.

Fuente BNE

El año 1936 finaliza con 5 bombardeos más, principalmente dirigidos sobre los aeródromos salmantinos, pero también contra la ciudad, como el del día 18 e diciembre en que es nuevamente bombardeada la estación de RENFE y el Puente Ladrillo, matando a 4 personas.

El bombardeo de Alba de Tormes

Quizás el bombardeo más cruel que ocurrió en la provincia fue el 3 de julio de 1937. Cerca de las seis de la mañana, una escuadrilla compuesta por tres aviones de bombardeo de la FARE, descargaron várias bombas sobre la localidad de Alba de Tormes.

Según las fuentes fueron entre 6 y 9 bombas de entre 500 y 1.000 Kg de peso.

Estas descargas cayeron sobre el Hospital de Santiago, en la calle Santa María y en la estación de tren.

Fuente BNE

El resultado de este ataque, dirigido contra población civil, al no existir ningún núcleo ni objetivo militar en la zona, se saldó con 5 muertos (dos de ellos niños) y doce heridos, de los que otros tres fallecieron en los días posteriores (dos mujeres y una niña).

Fuente BNE

Tras bombardear Alba, los aviones se dirigieron hacia Salamanca, dejando caer nuevamente su carga en las proximidades de Villares de la Reina, cortando la vía de tren y a su regreso, descargaron nuevamente en Matacán.

Otros bombardeos

Durante el año 1937 ocurrieron otros bombardeos de menor importancia, ya que salvando el del aeródromo de Matacán el día 1 de agosto, en los demás no se registraron víctimas y los objetivos fueron puntos de comunicación como carreteras, vías de tren o aeródromos.

Fuente BNE

Los bombardeos de Salamanca de 1938

Posiblemente los bombardeos más recordados y temidos de Salamanca fueron los ocurridos en enero de 1938. Por suerte los últimos en la provincia.

El día 21, a las 11:45 de la mañana tres grupos de bombarderos, alcanzando un total de unos 20 aviones, descargaron sus bombas en el centro de la ciudad.

Durante más de 15 minutos los aviones estuvieron sobrevolando la ciudad y arrojando entre 12 y 25 bombas. Las zonas más dañadas fueron las calles del Concejo, Padre Cámara y Velázquez. También se lanzaron bombas en la estación de tren, las proximidades de los depósitos de CAMPSA, cuartel General Arroquia, colegio de las Jesuitinas, convento de las Bernardas, central de la Electra en el camino del cementerio, calle Vázquez Coronado, Milicias Nacionales y la plaza de la Cárcel Vieja. También aprovecharon a descargar sobre la estación de tren de Cabrerizos


Fuente BNE

Como vemos, el ataque fue extenso y con un gran número de objetivos, mezclando los estratégicos con los realizados contra población civil. Según los diarios republicanos, fue un bombardeo de castigo por ser Salamanca la ciudad donde se encontraban los estados mayores de la aviación extranjera.

El resultado fueron 8 muertos, 2 heridos muy graves, 7 graves y 32 leves. 4 de esos heridos fallecería en días posteriores. Siendo el peor bombardeo teniendo en cuenta el número de víctimas mortales.

El otro ataque de ese mismo mes de enero se produjo el día 28. Sería el último bombardeo que ocurrió en Salamanca durante la guerra.

El desenlace de esta acción fue muy diferente, ya que en esta ocasión la defensa aérea no se vio dificultada por la meteorología y pudo hacer tiro sobre los enemigos, teniéndolos a la vista. Por este motivo, tras una hora tratando de acceder a la ciudad, los 15 aviones republicanos decidieron abandonar su objetivo y lanzar las bombas en otros lugares.

Los puntos elegidos fueron Cabrerizos, Encinasola de los Comendadores y Aldeatejada, no habiendo víctimas en los dos primeros objetivos, pero sí en Aldeatejada, donde la bomba lanzada por uno de los aviones cayó en las proximidades de la escuela, hiriendo a tres niños.


Fuente BNE

Como hemos podido ver en este artículo, Salamanca sufrió el terror de los bombardeos, aún siendo una ciudad de retaguardia muy apartada de los frentes y sin una alta concentración de objetivos militares. La única culpa de la ciudad fue el haber sido la "capital" de la zona sublevada un pequeño periodo casi al principio de la guerra.

Diario La Libertad, 22/01/1938

La sinrazón de los bombardeos de represalia o castigo, dirigidos únicamente para causar daño contra personas inocentes que no tenían, y posiblemente tampoco querían, saber nada de la guerra.








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