El 18 de julio de 1936 en Salamanca

El 18 de julio de 1936 en Salamanca

Salamanca en la Guerra Civil Española, borradores para una historia

La tarde del día 17 de julio, las fuerzas militares de la ciudad de Melilla, iniciaron el levantamiento que desembocaría en la Guerra Civil Española.

Pronto todas las unidades del Protectorado español se fueron alzando contra la República, que reaccionó con pasividad y desconcierto ante lo que estaba ocurriendo.
Topas Nacionales en África

En Salamanca

En Salamanca aquella tarde se vivió con normalidad absoluta. En la mañana del sábado 18 de julio, comenzaron a llegar los rumores por radio, del golpe de estado que estaba ocurriendo en Marruecos. Para mayor tranquilidad de todo el país, el gobierno emitió un comunicado, que reproducimos a continuación:


Se ha frustrado un nuevo intento criminal contra la República. El Gobierno no ha querido dirigirse al país hasta conseguir conocimiento exacto de lo sucedido y poner en ejecución las medidas urgentes e inexorables para combatirlo.
Una parte del Ejército que representa a España en Marruecos se ha levantado en armas contra la República, sublevándose contra la Patria propia y realizando un acto vergonzoso y criminal de rebelión contra el Poder legítimamente constituido.

El Gobierno declara que el movimiento está exclusivamente circunscrito a determinadas ciudades de la Zona de Protectorado y que nadie, absolutamente nadie, se ha sumado en la Península a este empeño absurdo. Por el contrario, los españoles han reaccionado de un modo unánime y con la más profunda indignación ante la tentativa re Probable, y frustrada ya en su nacimiento.
El Gobierno se complace en manifestar que heroicos núcleos de elementos leales resisten a los sediciosos en las plazas del protectorado, defendiendo con el honor del uniforme el prestigio del Ejército y la autoridad de la República.
En estos momentos las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire de la República, que, salvo la triste excepción señalada. Permanecen fieles al cumplimiento del deber, se dirigen contra los sediciosos para reducir con inflexible energía un movimiento insensato y vergonzoso.
El Gobierno de la República domina la situación y afirma que no ha de tardar en anunciar a la opinión pública que se ha restablecido la normalidad.



Plaza Mayor en 1935


Primeras consecuencias


El gobernador civil, Antonio Cepas López, Capitán de Intendencia en la reserva, mandó llamar al Coronel José Serviá Sánchez, jefe de la Caja de Reclutas de Salamanca, que tras entrevistarse con él, le indicó que notificara al General Manuel García Álvarez, comandante militar de la Plaza de Salamanca.

Ya entrada la noche, se reunieron en el Gobierno Civil el propio gobernador, el alcalde Casto Prieto Carrasco, el diputado socialista José Andrés y Manso y el comandante militar de la plaza. El General manifestó la lealtad a la República de los regimientos militares de la plaza y dio seguridad de calma en los mismos.
A la mañana siguiente todo cambió, parte ya la hemos visto aquí, y seguiremos viéndola más adelante...



Esperamos que el relato de hoy os haya gustado.

Nos veremos de nuevo pronto con otro borrador para la Historia.


    



Comentarios