Los nombramientos y ceses de Unamuno como Rector de la Universidad de Salamanca

Los nombramientos y ceses de Unamuno como Rector de la Universidad de Salamanca


Desde que fuera elegido Rector en 1900, Unamuno fue cesado en tres ocasiones en el cargo

Mucho se habla de cuando "Franco cesó a Unamuno" el 28 de octubre de 1936, por Decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado. Esta noticia, tantas veces repetida y tan pocas veces corroborada, tiene que analizarse en mayor profundidad.


Comencemos con un poco de la historia que une a Don Miguel con el Rectorado de la Universidad de Salamanca.

Debemos recordar que Unamuno fue elegido por primera vez como Rector, en octubre del año 1900. Su elección estuvo llena de polémica.

En ese mismo año se había creado el Ministerio de Instrucción Pública, con el fin de utilizar la educación como regeneradora del país, tras los desastres coloniales. 

En la apertura del año académico, Unamuno, dio un discurso titulado "Ánimo con que los estudiantes han de perseguir los estudios y advertencias respecto de lo que de ellos se debe esperar", que no pasa desapercibido en el Ministerio. 

Paralelamente se firmaba en Madrid un decreto por el que todos los catedráticos mayores de 70 años, pasaban a la situación de jubilación, incluyéndose aquí el rector de Salamanca, Mamés Esperabé, por lo que el cargo quedaba vacante.



De esta forma es elegido Miguel de Unamuno Rector por primera vez. Cargo en el que está hasta que el 20 de agosto de 1914 es destituido por el Rey Alfonso XIII a petición del Ministro de Instrucción Pública, Francisco Bergamín. Aparentemente los motivos fueron la no convalidación de un título de bachiller de un alumno colombiano, aunque, realmente, las opiniones vertidas por Unamuno como rector, no gustaban al gobierno, lo que motivó la decisión política de su cese.

Segunda etapa como Rector de la Universidad: La Segunda República

Tras su vuelta a Salamanca después del destierro obligatorio en Fuerteventura y el voluntario en Francia, se incorpora de nuevo a la Universidad y en abril de 1931 es elegido de nuevo como Rector, con el voto unánime del claustro.

En septiembre de 1934, al cumplir los 70 años, se jubila y se retira de la actividad docente. Ese día se le concede el cargo de Rector Vitalicio de la Universidad de Salamanca y se crea una cátedra en su nombre.

De nuevo poco le iba a durar el título, ya que, al comenzar la guerra civil, se posiciona del lado del bando sublevado. El día 25 de julio pronuncia un discurso en la Plaza Mayor, poniéndose a disposición de sus conciudadanos como concejal del ayuntamiento. Este discurso de adhesión a los rebeldes le supone que el día 23 de agosto, sea cesado por decreto firmado por Manuel Azaña.


Tercer nombramiento, repuesto como rector vitalicio por el gobierno de Burgos

Como al gobierno de Burgos le interesaba el apoyo de un intelectual del calibre de Unamuno, el 4 de septiembre de 1936 es repuesto en el cargo por un decreto firmado por Cabanellas.

Pero ya en este momento Unamuno había visto la cara real de los sublevados, cometiendo los mismos crímenes que habían hecho anteriormente los gobiernos republicanos y por los que se había desencantado con el régimen.

Con la detención de sus compañeros y amigos y con el asesinato de Casto Prieto Carrasco, confirmó su desencuentro con el gobierno de Burgos y el ejército de Franco. En diversas anotaciones, escritos y cartas, manifiesta su disconformidad con ambos bandos. 

Antes de llegar al famoso 12 de octubre con su fiesta de la Raza y los acontecimientos en el Paraninfo, Unamuno había visitado a Franco, como Rector de la Universidad, y le manifestó su tristeza por los excesos y crímenes que se estaban cometiendo en la "zona nacional".

En muchos medios se puede leer que fue por su discurso del 12 de octubre por el que fue cesado como rector, aunque realmente es un cómputo de declaraciones del propio Unamuno, que le pusieron en contra de sus compañeros del Claustro, que habían decidido unirse al bando ganador. De cualquier forma, más adelante hablaremos del famoso discurso de "venceréis, pero no convenceréis" tan de moda y tan repetido, para desmitificar otra parte de nuestra Historia.

Así, el día 14 de octubre se reúne el Claustro de la Universidad, sin la presencia de Don Miguel y se decide dejar vacante el cargo de Rector, al perder la confianza en la figura de Unamuno. En ese acta del claustro no se exponen los motivos por los que se pierde la confianza, solo la argumentación posterior entre los distintos miembros de si debían solicitar o no autorización a "la superioridad" para el cese y nuevo nombramiento del rector.



Sea cual fura el motivo y, volviendo al inicio del post, el 28 de octubre se publica el decreto de cese, firmado por Franco.

Como conclusión podemos citar al propio Unamuno que, el 18 de agosto de 1936, en una entrevista, había declarado "yo no estoy a la derecha ni a la izquierda. Yo no he cambiado. Es el régimen de Madrid el que ha cambiado. Cuando todo pase, estoy seguro de que yo, como siempre, me enfrentaré con los vencedores".

La próxima semana hablaremos del famoso discurso en el Paraninfo de la Universidad y del enfrentamiento con Millán Astray. Veremos las distintas versiones y las distintas fuentes que nos han contado lo ocurrido con sus aciertos y errores.

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Foto 1: Colección de Bernardo Estornés Lasa
Foto 2: Boletín Oficial del Estado
Foto 3: elmanifiesto.com
Foto 4: Gaceta de Madrid
Foto 5: Archivo Universidad de Salamanca

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